ZEPER presenta su plataforma, una Connected Worker Platform integrada por 5 módulos diferentes: Zeper Audits, Zeper Docs, Zeper Kaizen, Zeper Boards y Zeper Leader. Todos ellos toman como centro de gravedad al trabajador de la fábrica para proveerle de todo lo que necesita con el fin de alcanzar la excelencia operativa y mejorar sus capacidades a través de la conectividad y digitalización de su día a día. En consecuencia, Zeper permite:
De ahí que Zeper sea una Connected Worker Platform con especial foco en eliminar todo el papel posible de la fábrica.
Los casos de uso de las Connected Worker Platforms son amplios e involucran a diferentes grupos de usuarios. Dado que el objetivo es mejorar continuamente el trabajo estándar, buscan eliminar los procesos en la sombra en los que los métodos no estándar y el sesgo individual son la norma. Por este motivo, abarcan toda la gama de operaciones diarias y actividades de mejora continua. Durante la exposición explicaremos algunos de estos casos, con ejemplos gráficos que evidencien la labor que hace Zeper para mejorar las condiciones de trabajo en las fábricas y acercarlas a la experiencia operativa.
1. ¿Cuál es la actividad de la empresa? ¿A qué sectores dirigís vuestros productos y servicios? ¿en qué contexto se creó la empresa?
Zeper está dedicada en el desarrollo de una plataforma de digitalización de procesos que permita alcanzar la excelencia operativa.
Aunque la versatilidad de la plataforma no impide que se apliquen en todo tipo de sectores, Zeper está focalizado para digitalizar los procesos de cualquier sector industrial.
Zeper nació como parte de CIL Group, una iniciativa con la que CIL pretendía incorporar tecnología al portfolio de servicios que ofrecía a sus clientes y así conseguir operaciones más eficientes y productivas que le ofreciesen un factor diferencial y costes más competitivos.
2. ¿Qué soluciones innovadoras ofrecéis a las empresas que persiguen mejorar sus niveles de productividad? ¿Qué ventajas puede suponer en un contexto como el actual?
Zeper es una solución que dota a los trabajadores del shopfloor industrial de herramientas con las que los procesos de su día a día se digitalizan. A través de esta digitalización conseguimos que las empresas eliminen el papel de sus fábricas y, en consecuencia, las ineficiencias derivadas de su uso. Además, Zeper también permite automatizar una enorme cantidad de tareas que no aportan valor; permite que la información fluya de forma mucho más rápida para así reaccionar en el momento oportuno; y, además, habilita al trabajador permitiéndole estar conectado con el resto de las tecnologías y sistemas informáticos para que su toma de decisiones sea más precisa.
Todo esto permite que las empresas den un salto hacia adelante en su objetivo de alcanzar la excelencia operativa que les aporte un factor diferencial en un sistema globalizado en el que cada vez es más difícil destacar y competir.
3. ¿Consideráis que las empresas están apostando suficientemente por la digitalización?
No. Aunque cada vez hay más empresas, la proporción de empresas que apuestan por la digitalización es todavía muy baja. Al menos, en el entorno industrial.
Apostar por la digitalización no es simplemente incorporar una herramienta-software de diseño de producto, dar el salto a las redes sociales o desplegar una aplicación de HR para los trabajadores. La apuesta no se demuestra con acciones puntuales.
Apostar por la digitalización es apostar por un cambio de mentalidad en la compañía, en su cultura y en su modus operandi. Es estar convencido de que la digitalización te va a permitir dar ese salto de calidad y es hacerlo extensible a todos los procesos (los de venta, los de fabricación, los logísticos, etc.). Sólo así se consiguen los resultados esperados.
4. ¿Está preparado nuestro tejido industrial para llevar a cabo una efectiva “transformación digital” como la que demanda la necesaria transformación en la que está el sector?
No todavía. Como decía, el éxito de la transformación digital se sustenta en un cambio de mentalidad por parte de las personas. Este cambio supone tiempo, dedicación y ganas de querer cambiar el modus operandi tradicional. Para tener estas tres cosas es imprescindible que la dirección y los responsables de las compañías estén convencidos y hagan una apuesta firme por la digitalización. Sin embargo, en la mayoría de los casos, bien por la situación del mercado, el contexto competitivo o social, los responsables de las compañías están más centrados en reducir costes o en gestionar urgencias que en buscar nuevos modelos de operación que les permitan dar un paso adelante.
5. ¿Cuál es error más común que suele cometerse en la implantación de tecnologías en general y en vuestra área de especialización?
El error más común en la implantación de una herramienta como Zeper es la no implicación de la dirección en el proceso. De hecho, nosotros no utilizamos la palabra implantar, sino implementar, pues tiene una connotación más profunda e implica un nivel de interiorización.
Adoptar Zeper implica cambiar muchos procesos y procesos que implican a muchas personas. Si además tienes en cuenta que esto lo hacemos en entornos industriales en los que estas personas llevan años incluso décadas trabajando del mismo modo, puedes estar seguro de que habrá resistencia al cambio. Esta resistencia no la puede vencer el proveedor de la plataforma de digitalización por sí solo. Necesita indudablemente del apoyo de la dirección.
Si la dirección no es el principal valedor de la digitalización de procesos, las probabilidades de fracaso o de no obtener el máximo rendimiento de la solución aumentan considerablemente.
6. ¿Qué aconsejarías a una empresa que quiere poner en marcha un plan estratégico para la digitalización de sus procesos, productos o servicios?
Mi consejo es que en primer lugar se asegure de que la gerencia y/o staff directivo está convencido de que la digitalización es el camino que quiere emprender. Si el convencimiento no es total, la apuesta no será plena y, consecuentemente, el rendimiento obtenido tampoco.
Contando con este apoyo, mi segundo consejo es que dividan sus operativa en procesos y estos en subprocesos. Para cada uno de ellos definan un responsable de asegurar la correcta digitalización y despliegue en la compañía. De este modo, conseguirán implicar a un número elevado de personas en el proyecto y, a su vez, que éstas se sientan parte del proyecto.